domingo, 12 de octubre de 2008

La vuelta a los orígenes

Al final para un hombre de mundo, lo más exótico es volver a casa.

No tiene precio olvidarse del metro, de la contaminación y de las caravanas para pasar un fin de semana lleno de conversaciones, visitas y cafés/tés/mostos/cervezas con una gran parte de mi vida.

La vuelta a casa ha sido total este fin de semana, reencontrándome con ese pueblecito entre Lodosa y Ausejo donde aún no han terminado con la vendimia. Nada que ver con ésa ciudad donde la vida es un metro a punto de partir y mires donde mires sólo encuentras coches y luces de neón.

Pero merece la pena volver porque si no, no me hubiera quedado con esa canción titulada "With or without you", ni con ese perrito pequinés, ni con Peter Griffin ni me hubiera enterado de que parezco austríaco.


Desde luego, qué poco rato dura la vida eterna, por el túnel de Piqueras, entre Colombia y Colón.