lunes, 28 de julio de 2008

Obelix y su filosofía

Estamos en el año 2008 después de Jesucristo. Toda la península estaba de vacaciones en Benidorm....¿Toda?¡No! Una región poblada por irreductibles berones resiste todavía y por siempre a las tan temidas vacaciones (más que nada por la no-crisis).

Pero estos berones no se resignan a quedarse de brazos cruzados y, luchando contra las lanzas de Helios, decidieron celebrar varios acontecimientos.

El primero de ellos fue el que ya viene siendo una tradición reivindicativa. Se viene celebrando desde hace 20 años y no deja de ser curioso ver cómo desde las chimeneas de esas casitas sale un humo coloreado gracias a una pócima digna del mismísimo Panorámix.



Sin salir de la sierra, tampoco se puede dejar de lado el descenso del Piqueras. No lo podemos comparar con el descenso del Sella pero cada año va ganando en adeptos.

Tiene que ser increíble bajar por las corrientes de este río en plenos Cameros.


Tampoco se quedó atrás Logroño. El jueves pasado tuvimos el placer de asistir al segundo jueves dedicado al "Rioja, joven y fresco". Muchas bodegas y mucha gente, pero lo pasamos muy bien.

Pero este no fue el único acto con marcado sabor a vino que se ha celebrado en esta semana. En San Asensio, como cada año, se acaba de celebrar su famosa "Batalla del Clarete". Ya podrían ser todas las guerras como ésta, donde se cambian los tanques por tractores llenos de cubas, las escopetas por porrones y los heridos por borrachos. Todo un lujo para mojarse tanto por fuera como por dentro.

Si es que en La Rioja semos asín, lo solucionamos todo con vino. Que hace calor, nos tiramos vino para reivindicar que el clarete es tan bueno como el tinto a la vez que refrescamos el gaznate. Que hace calor, nos tomamos un vino en la calle Bretón de los Herreros un jueves por la tarde. Que hace calor, nos tomamos unos vinos y nos tiramos con una piragua por el río piqueras. Que hace calor, nos tomamos unos vinos y empezamos a echar humo...

Seguro que si hubiera estado Obelix cazando jabalíes por la sierra riojana hubiera exclamado.."¡están locos estos berones!"

miércoles, 23 de julio de 2008

De Madrid al Cielo

Recuerdo la cita, pero no quién la dijo por primera vez. Probablemente sea vox populi, pero creo que ahora mismo es la mejor frase con la que puedo comenzar este blog que tratará a partir de hoy, 23 de Julio del 2008, de la nueva vida de un caminante convencido de que se hace camino al andar.



¡Qué ciudad!,¡ qué variedad!, pero sobre todo...¡cuánta gente!, y eso que estamos en Julio...

Esto último ya me lo imaginaba, pero ha habido varias cosas curiosas de Madrid que me han sorprendido aunque no tanto como la desaparición de ese morador logroñés llamado Tabu.

La primera de ellas es la cantidad de banderas de España que hay en las obras. Esto viene de lejos, todas las veces que viajo a la Villa en mi querido Continental-Auto (ahora Alsa) me fijo en ese aspecto decorativo, pero este fin de semana fue cuando me contaron cuál es la verdad y toda la verdad de este asunto.

Esta tradición viene de antaño y consiste en que si al terminar una obra no ha habido ningún obrero muerto, al siguiente viernes de concluir la obra, se coloca la bandera y se emborrachan en plan fiesta rave todos los currantes. Simplemente decir, "Spain is different".


De todas formas en este viaje, hasta el Continental-Auto ha tenido un tinte especial. Hoy conocí a una mejicana majísima que iba sentada a mi lado. Nohemí se llamaba y venía a pasar unos días a esta tierra con nombre de vino. Estuvo padrísimo platicar un rato con ella.

Otra cosa llamativa de la gran urbe es que si no dejas pasar a la gente porque casualmente te has encontrado con alguien por la calle o simplemente estás en medio como el iceberg que hundió al Titanic y a la Belle Epóque con él, la gente no es capaz de decirte "perdona, ¿me dejas pasar?". No, es mucho mejor quedarse detrás esperando a ver si te das cuenta por tu propio pie de que eres una persona poco cívica ya que no dejas que tus iguales puedan pasar. (Como estamos en horario infantil, escribo esta opción y no la de empujarte hasta tirarte al suelo para que una marabunta de cientos de miles de millones de personas te pisen cual uva en San Mateo)

También es fascinante que los semáforos en Madrid están estresados, y digo esto porque sólo duran como mucho 5 segundos antes de ponerse a parpadear de media otros 15 o 20 segundos. La primera vez que sufrí esto me puse a correr cual Paco Martinez Soria en "La Ciudad no es para mí" perdiendo el pimiento que llevaba en la oreja y la boina. Una pena.

Aún así, sobreponiéndome a este duro golpe, mi primera estancia en mi nueva casa ha sido muy satisfactoria porque me ha ayudado a darme cuenta de que Colombia no es solamente un país del otro lado del charco, de que los triskelle makoki tienen mucho futuro y de que hermana (en mi caso) no hay más que una (esto ya lo sabía).

Otra vez con el pimiento en la oreja, amenazo con volver en septiembre.