
Terminó el 2009 de una de las formas más subgeneris posible, con Belén Esteban dando las campanadas en la cadena de Silvio, de apellido Berlusconi.
Pero esto no es lo único raro que hemos visto durante este año que pasará a la historia como el año de la crisis y de la estafa de la Gripe A, la pandemia que iba a exterminar al 99% de la población y que iba a obligar a realizar una selección a nivel global para captar a los mejores que perpetuarían la especie. Como siempre, o mejor dicho, como muchas veces, parafraseando a Eskorbuto, nos engañan.
Durante estos 365 días hemos visto los comienzos de Obama, un líder con mucho carisma que lo va a tener muy difícil porque todo el mundo espera muchísimo de él. Tanto, que se le dan a priori, premios (como el Príncipe de Asturias) por las cosas buenas que hará en el futuro. Evidentemente, Barack estaría en el 1% de los elegidos.
Pero probablemente, el cambio político más importante en cuanto al escenario nacional se ha producido este año en el País Vasco. El cambio de color en Ajuria Enea ha permitido que los vascos y vascas (que si no se me enfada Bibiana) hayan podido disfrutar del discurso navideño del Rey convirtiendo el me llena de orgullo y satisfacción en el programa más visto de la ETB, hecho histórico.
Además, este año nos deja un panorama mediático cuanto menos inquietante después de las fusiones monetariamente entendibles pero ideológicamente sorprendentes que se han dado en el conjunto de medios de este país lo cual en parte apoya mi tesis de que, por desgracia, ya no existen ideologías, sino intereses.


También se volvió a conquistar la Copa Davis por segunda vez. La selección de basket, con un inicio dubitativo al final se hizo con el Eurobasket por primera vez. Contador volvió a ganar el Tour, Fernando Alonso se volvió rojo, el Atleti se clasificó para la Champions y el Barça se convirtió en el mejor equipo de la historia del fútbol ganando todo lo ganable.
Pero esto último ha hecho que haya vuelto Tito Floren al rescate montando la Galaxia 2.0 con un desembolso monetario indigno de una época como la que estamos atravesando pero que encarna lo que viene siendo la sociedad en la que vivimos, todo impostura, marketing y consumo: la sociedad postmoderna.
El único sabor agridulce que ha quedado, al menos en los riojanos amantes de la pelota, fue la eliminación del Emperador de Tricio (y quinto de Alemania, que grande eres Giorgio!!) en las semifinales del campeonato del Cuatro y Medio. La puntilla final ha sido la elección del compañero del parejas, Pascual. No comments.

De todas formas, todo esto ya es pasado y ahora mismo lo mejor que podemos hacer es pensar en el futuro, porque si Raphael pensaba que ésta podría ser su gran noche, éste podría ser nuestro gran año.
Suerte a todos y mis mejores deseos para el año que, como buen cava riojano, acaba de ser descorchado.
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