
La verdad que no es la típica serie de acción, es más, yo diría que prácticamente es teatro transcurriendo la mayor parte de la misma en la consulta de un terapeuta cansando de su vida acomodada y de un matrimonio herido en la aorta.
Así, desde mi punto de vista el elemento más importante de la serie es el sofá, por donde van pasando semana tras semana, los pacientes de Paul.
El lunes le visita Laura, una médico anestesista con un carácter bastante fuerte.


El jueves, terapia de pareja con Jack y Amy, una pareja poco común donde ella es una ejecutiva de éxito y él un músico sin mucha fortuna.
Visto el percal, no resulta extraño que el viernes vaya a terapia el propio Paul para comentar lo sucedido en cada semana.
Además, otras tramas secundarias-primarias entre Paul y su familia hacen totalmente irresistible esta serie, que se ha coronado como una de las más sesudas, pensadas y mejor escritas de la historia.
Bravo por Rodrigo García.
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